Los aceites son utilizados desde tiempos ancestrales para cuidar la piel, sin embargo, aunque generalmente son conocidos por hidratar la piel, muchos no conocemos los potenciales beneficios que tienen los aceites.
Estás en el súper y te acercas a los lácteos. Tomas un yogurt griego (obvio, por la proteína) y lo primero que haces es checar la fecha de caducidad para ver si durará toda la semana, ¿no? Lo volteas para ver si contiene azúcar, aceite de palma, gluten o ingredientes que no debemos consumir en exceso. Y, ¡claro! No olvidemos checar calorías, grasas saturada, grasas trans y todo tipo de grasas. Quizás lo comparas con algún otro producto y fácilmente identificas cuál es mejor para ti. Sin embargo, a veces no dominamos el arte de identificar lo que es bueno...